Cuándo tomarlas
- Estrés, ansiedad, angustia o impaciencia.
- Inseguridad, timidez, miedo, fobias, pánico.
- Falta de voluntad o asertividad, baja autoestima, culpa.
- Mal humor, irritabilidad, arranques de ira, resentimiento, celos.
- Tristeza, pesimismo, desesperanza, depresión.
- Cansancio, abatimiento, apatía, dejadez o abandono.
- Insomnio, obsesión mental, indecisión.
Están muy indicadas en el embarazo, para niños y adolescentes. Para modificar aspectos de nuestra personalidad o para enfrentarnos a momentos difíciles de la vida.